HISTORIA DE LA HOSPITALIDAD
El origen y la historia de la hospitalidad es de gran interés y resulta fascinante. El origen de esta no son las necesidades del comercio y del transporte en la Antigüedad, sino que, antes de que surgieran las expediciones mercantiles, ya había expediciones guerreras, cercos y sitios a las ciudades enemigas a conquistar.Las posadas inglesas (inns) aparecen a fines del siglo XVII. Eran establecimientos comerciales dedicados a prestar servicios de hospedaje (alojamiento y comida) a los forasteros y supusieron un notable avance. Ofrecían habitaciones individuales, lo que en su día fue una valiosísima aportación, y que, al generalizarse, marcaron el umbral de calidad.
Los servicios de alojamiento eran prestados hasta entonces por personal sin adiestrar y en instalaciones improvisados. Con la aparición del hotel se entra en una etapa caracterizada por la prestación de servicios de comida y alojamiento a través de modernas empresas mercantiles, en las que continuamente se integran y ofrecen nuevos servicios mercantiles a los huéspedes. Aunque en los primeros momentos muchos de ellos siguieron en manos familiares, pronto pasaron a las de poderosas y dinámicas sociedades por acciones, muchas de ellas de carácter transnacional.
el alojamiento moderno dejó de estar integrado o
inspirado en modestas viviendas familiares urbanas y adoptó el modelo de los
lujosos palacios de la aristocracia francesa. Hôtel es el nombre que se da en
Francia a mansiones de lujo. Hôtel de Ville se llama en Francia a la Casa Consistorial.
La Revolución
Francesa había provocado la huida de los aristócratas y el
abandono de sus mansiones. La burguesía emprendedora no tardó en adquirirlos
para dedicarlos a vivienda propia, si podía, o a la prestación de servicios
hospitalarios de lujo, orientados precisamente a la realeza, a la aristocracia
residual y a la alta burguesía emergente. El término hotel se universalizó,
perdió su significado original y quedó reservado para designar un hospedaje de
lujo.
Los servicios de alojamiento eran prestados hasta
entonces por personal sin adiestrar y en instalaciones improvisados. Con la
aparición del hotel se entra en una etapa caracterizada por la prestación de
servicios de comida y alojamiento a través de modernas empresas mercantiles, en
las que continuamente se integran y ofrecen nuevos servicios mercantiles a los
huéspedes. Aunque en los primeros momentos muchos de ellos siguieron en manos
familiares, pronto pasaron a las de poderosas y dinámicas sociedades por
acciones, muchas de ellas de carácter transnacional.
Pero el aumento del tráfico de forasteros en ciertos
lugares trajo consigo una creciente demanda y la hospitalidad se transformó en
servicios prestables mediante el pago de un precio. Comer, beber y dormir son
necesidades biológicas que el ser humano ha de satisfacer al margen del lugar
en el que se encuentra. Esto no hace que el término hospitalidad pierda su
significado y el surgimiento del turismo como fenómeno socioecómico hace que la
hospitalidad sea indisoluble al turismo.
No fue sino
hasta la Revolución Industrial, en el siglo XVIII, cuando las tabernas europeas
comenzaron a combinar hospedaje con servicio de comida y bebida. A pesar del
ello, la higiene recibió poca atención. Los viajeros tenían que compartir con
otras personas las camas y las habitaciones, y las tarifas eran altas. Como las
posadas y tabernas eran inadecuadas para los aristócratas, se erigieron, para
éstos, estructuras lujosas, con cuartos privados, saneamiento individual y
todas las comodidades de los castillos europeos. Adoptaron la palabra hotel y
sus tarifas excedían los recursos de los ciudadanos comunes.
Durante la
época colonial en Estados Unidos, las posadas siguieron el modelo de las
tabernas europeas, en las que dos o más huéspedes compartían las habitaciones.
A lo largo
del siglo XIX, los posaderos estadounidenses mejoraron los servicios y
continuaron construyendo propiedades de mayor tamaño y las equiparon más
ampliamente. Tales establecimientos se localizaban en los puertos y operaban
junto con las tabernas. La tendencia viajera de los estadounidenses produjo una
constante inspiración en las casas de hospedaje.
El primer
hotel estadounidense, el City Hotel, se inauguró en 1794, en la ciudad de Nueva
York. El City Hotel contaba con 73 cuartos para huéspedes, cuyo propósito único
era el hospedaje.
En 1829, el
arquitecto Isaiah Rogers emprendió la construcción de un gran hotel en Boston.
La Tremont House, fue el primer hotel de primera clase y el hito hacia la
revolución en la hospitalidad. Fue el primer hotel que ofreció habitaciones con
llave. Cada habitación tenía un lavabo, una jarra y una barra de jabón. Otra de
sus innovaciones fue emplear personal de tiempo completo. Tremont House fue la
precursora de una nueva generación de prestigiosos establecimientos de
hospedaje.
En 1874, en
San Francisco, Ralston, se dio a la tarea de construir el hotel más lujoso del
mundo. Su grandiosa creación, el Palace Hotel, ostentaba 800 habitaciones y se
erguía a la altura de 7 pisos. Este hotel se convirtió en un símbolo de la
transición de San Francisco: de un pueblo floreciente a una prominente ciudad
de estatura internacional. El Palace tenía su propia planta eléctrica, un
abastecimiento de agua proveniente de pozos profundos, extinguidores de fuego y
aire acondicionado.
El Palace y
los hoteles de primera clase que le siguieron atraían a la gente extremadamente
rica y, como en los hoteles europeos de su clase, estaban más allá de los
recursos del ciudadano medio.
Una
habitación y un baño por un dólar y medio
A principios
del siglo XIX, un nuevo tipo de viajero entró en escena -el hombre de negocios-
para quien el alojamiento era un dilema: los grandes hoteles eran muy caros y
las posadas al estilo antiguo, antihigiénicas. Para alojar a este nuevo tipo de
huéspedes, se inventó un nuevo tipo de establecimiento: el hotel comercial. El primero
se inauguró en Búfalo, Nueva York, en enero de 1908.
Se tomó el
concepto de los cuartos privados e higiénicos y se añadió el baño privado. El
lema publicitario -una habitación y un baño por un dólar y medio- fue bien
conocido entre los viajeros estadounidenses de principios del siglo XX. Los
diseños arquitectónicos, sus conceptos de mantenimiento y sus ideas acerca del
servicio se convirtieron en el fundamento para todos los establecimientos de
hospedaje subsecuentes, desde moteles hasta resorts de lujo.
Después de
la Primera Guerra Mundial, muchos hoteles se construyeron en las grandes
ciudades y en las comunidades más pequeñas de las afueras. En 1927, el Stevens
Hotel -que más tarde se le nombró Conrad Hilton- se estableció en Chicago y,
durante varias décadas, continuó siendo el hotel más grande del mundo. Poco
tiempo después, principió la construcción de un nuevo hotel lujoso, el
Waldorf-Astoria en Nueva York.
Conrad
Hilton
Después de
la caída de la bolsa de valores en 1929, 85% de los hoteles estadounidenses se
fue a la quiebra. Pero Conrad Hilton se las arregló para mantenerse a flote
gracias a sus inversiones en petróleo y gas.
Cuando era
adolescente, Hilton ofreció en renta las recámaras disponibles de la casa de su
padre a los vendedores que viajaban. La tarifa por noche era de 2,50 dólares, e
incluía tres alimentos. Compró un hotel que había dejado de funcionar, en
Texas, y después de meses de renovación transformó la operación en una empresa
productiva.
En 1942,
Hilton adquirió la Town House en Los Ángeles y los hoteles Roosevelt y Plaza en
Nueva York y el Waldorf-Astoria. En los años siguientes la Hilton Hotel
Corporación, organizada en 1946, compró o construyó en todo el mundo un gran
número de hoteles de lujo y comprometió a las dos cadenas hoteleras más grandes
de ese tiempo -Sheraton y Statler- a trabar una feroz competencia.
Al finalizar
la Segunda Guerra Mundial, la industria hotelera inesperadamente entró en una
nueva era de prosperidad. Los estadounidenses comenzaron a viajar como nunca
antes. Con un automóvil en cada cochera, las familias comenzaron a viajar por
todo el país. Para este nuevo tipo de viajeros la formalidad del hotel
tradicional era inapropiada. Las familias que viajaban necesitaban un
alojamiento al que pudiera llegarse desde las autopistas y que tuviera lugares
amplios para estacionarse. Para 1960, el motor hotel o, como se conoce
en la actualidad, el motel, se convirtió en una fracción permanente que influyó
en la industria de la hospitalidad.
Los primeros
moteles eran pequeños y tenían menos de 50 cuartos. Conforme creció la
industria hotelera, los moteles también se expandieron en tamaño y calidad. En
1960, el motel promedio constaba de 100 cuartos con un lugar separado para
estacionar cada unidad.
California
fue el sitio en que tuvo lugar la primera revolución motelera. A lo largo de la
década de los 50, la tendencia motelera se diseminó por el oeste y sur de
Estados Unidos, especialmente en Florida y Texas. Dos hombres, Kemmons Wilson y
Howard Johnson, fueron los primeros innovadores en el ascenso del motel (motor
hotel.
La mayor
industria intacta
En 1952,
Kemmons Wilson empezó a construir una cadena de hoteles estándares por todo
Estados Unidos, a orillas de las carreteras.
La propiedad
contaba con 130 habitaciones para huéspedes, cada una con baño privado, aire
acondicionado y teléfono. Las características adicionales eran hielo gratis,
estacionamiento gratis y perreras. Aunque el la actualidad estas comodidades se
consideran normales en los establecimientos de alojamiento, en aquel tiempo
revolucionaron la industria hotelera.
De sus
humildes inicios, el sistema del Holiday Inn creció hasta convertirse en la
cadena de establecimientos para hospedaje más grande del mundo.
En 1982, la
compañía comenzó la construcción de los primeros hoteles Embassy Suites y
Crowne Plaza.
Howard
Johnson
En 1925
Howard Johnson obtuvo un préstamo de 500 dólares para comprar una farmacia y
una fuente de sodas. Al experimentar con un congelador de manivela, Jonson creó
su propia línea de nieve, la cual hizo de la fuente de sodas el comedor público
más popular del lugar. Añadió al menú hamburguesas, hot dogs y sándwiches, y
así la fuente de sodas se convirtió en el primer restaurante de Howard Johnson
en el mundo.
Para 1954,
Jonson había dado en concesión 400 restaurantes y decidió expandir su negocio a
la industria del hospedaje. En 1959, Jonson le dio las riendas de su pequeño
imperio comercial a su hijo, quien dirigió las operaciones de la cadena hasta
1980, cuando la compañía fue vendida. Los restaurantes pertenecientes a la
familia Jonson se vendieron a la Marriott Corporation.
Willard
Marriott
Otro famoso
hotelero, Willard Marriott, comenzó como dueño de un restaurant de comida
rápida. En 1928, Marriott convirtió su cadena regional de puestos de cerveza en
pequeñas tiendas de sandwiches. Marriott se extendió al campo del hospedaje 20
años más tarde y finalmente construyó un imperio hotelero. La cadena ocupa el
segundo lugar en el mundo.
El
surgimiento del hotel económico
Las cadenas
Hilton, Sheraton, Holiday Inn, Howard Johnson y Marriott continúan teniendo
éxito. Pero en los 60, un Nuevo tipo de establecimiento para hospedaje -el
hotel económico o budget hotel- entró en escena. Estos nuevos
establecimientos vendían sólo el espacio de habitación, sin servicio de comida
o bebida. A fin de ahorrar los costos de construcción, los hoteles económicos
se construían en terrenos baratos y el personal era reducido, y no había ni
abotones. Al minimizar los costos, los moteles económicos ofrecían tarifas
mucho más bajas que sus competidores.
El primer
hotel económico de éxito, Travelodge se inauguró en 1956, pero la cadena no se
desplegó por todo el país sino hasta 1966.
El primer
motel económico austero, Motel 6, fue establecido en 1963; ofrecía una tarifa
de 6,66 dólares por alojamiento sencillo, limpio, pero sin televisor y sin
teléfono. A principios de los 70, la idea de los moteles de tarifas bajas
capturó la imaginación de los inversionistas y también la de los viajeros.
La era de la
competencia
La cadena
más grande de hoteles económicos, Days Inn, fue fundada en 1970 por Cecil B.
Day, quien abrió seis moteles austeros. Dos años más tarde, un ejecutivo del
Days Inn advirtió una intensa construcción en el área de Orlando, Florida.
Kessler convenció a Day de que empezara a levantar moteles cerca de la
construcción. El objeto de la construcción era Disney World-Epcot Center, y,
debido a la previsión, los Days Inn se convirtieron en el principal proveedor
de hospedaje para los visitantes de una de las atracciones turísticas más
grandes del mundo. En 1990, la organización Days llegó a ser la cadena de
moteles económicos más grande de Estados Unidos.
Para
competir con estas propiedades de bajo costo, las cadenas de hoteles de mediana
categoría introdujeron sus propios hoteles de servicio limitado, que combinan
algunos rasgos del hotel de servicio completo con el ahorro de los hoteles
económicos.
La expansión
ascendente también tuvo lugar durante los 70 y los 80. La cadena Holiday Inn
creó los hoteles Crowne Plaza para atraer a los hombres de negocios que
prefieren propiedades de alta categoría, y Ramada Inn creó los Renaissance Inn
para competir con los hoteles de primera clase.
Entre 1970 y
1980, se habían construido tantos hoteles que el porcentaje de ocupación a
nivel nacional declinó de casi 70% a un poco más del 50%. Esta difícil
situación inspiró otro período de innovación en el diseño de hoteles. De 1988 a
1990, la expansión más rápida ocurrió en los hoteles de suites, en cuyos
alojamientos la recámara y la sala están separadas.
En los años
80 la construcción de establecimientos para hospedaje también fue rápida. En
1984, a instancias del presidente Ronald Reagan, el Congreso de Estados Unidos
aprobó una arrolladora revisión de impuestos. La nueva ley eliminaba algunas
exenciones de impuestos, pero dejaba intactos los beneficios de inversión en la
construcción de hoteles. A lo largo de los 80 miles de propietarios de negocios
pequeños compraron franquicias para operar sus propios hoteles con nombres
famosos tales como Holiday Inn, Travelodge, Hilton y Sheraton.
El
porcentaje de expansión de hoteles en 1980 superó al de la expansión de toda la
industria de viajes. Como resultado, en los 90 había más habitaciones
disponibles en los hoteles que viajeros para ocuparlos.
La tendencia de hospedaje en los 90 apunta hacia los servicios
integrados, combinando las características de hoteles de servicio completo y
servicio limitado para crear un nuevo tipo de hotel, con la esperanza de atraer
huéspedes y apartarlos de las opciones tradicionales de hospedaje. Las
estrellas prometedoras del comercio del hospedaje, es decir los hoteles de
suites, añaden aún otra dimensión. Pero una premisa ciertamente se mantendrá
durante la década de los 90 y en el próximo siglo: la competencia por los
clientes será más intensa que en cualquier otro tiempo en la historia.
hola amiga me parece bun material el que tienes y lo ocupo citar en una tesina pero me pide el nombre del autor y no lo tienes podrias proporcionármelo lo agradecería mucho
ResponderEliminarnecesito citar, seria tan amable de proporcionarme los datos
ResponderEliminarComo estos chicos necesitaban citar hace unos años, yo tomaré el "publicado por Patricia en 20:06" para C:
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